Blade Runner (2da parte)

El origen de la novela, su tema central, es preguntarse si el exterminio de los androides no nos convierte en una nueva clase de androides. Y eso no sólo se mantiene sino que se enfatiza. La idea se le ocurrió a Dick a través de una anécdota en que alguien comentaba que no había podido dormir porque escuchaba los lamentos de niños hambrientos en la guerra (recordar Vietnam). Entonces pensó: “Hay algo en nosotros que no es humano: la carencia de sentimientos que se propaga a todos”

En la novela, los androides carecen de empatía y son inferiores. En la película son más humanos que los humanos porque aman la vida por encima de todo y la ambigüedad humano-androide se juega desde la primera escena.

En la realización se observa la influencia del cine negro por los contraluces, luz contrastada, humos y sombras, picados y contrapicados, encuadres cortos. Además se mezcla el pasado con un futuro degradado, como por ejemplo, vehículos voladores y el viejo revólver del detective.

El creador de los androides era, en una primera versión, también un androide y permanecía hibernando a la espera de un descubrimiento que le diera la vida eterna. Scott lo quitó porque complejizaba demasiado la trama.

Las influencias de Scott en la realización son variadas: el cine y la novela negra, la torre de babel (mezcla de idiomas), referencias bíblicas, especialmente en el final en el que el jefe androide es un Cristo crucificado ,el mito de Frankestein, la pirámide del inicio es copia de la de “METRÓPOLIS” de FLang, “BLOW UP” de Antonioni, etc. A ustedes les toca encontrar otras.

Existen varios elementos a destacar en la realización. Se proyectan dos ejemplos.

Cuando aproximadamente a los 33 minutos el protagonista le demuestra a Raquel que es una androide porque los recuerdos son implantes, ella se va llorando y abandona la foto en que está con su mamá siendo una niña. Él la recoge y en el primer plano de la foto pareciera que ésta cobra vida, como si una brisa pasara. En realidad se trata del reflejo que produce el vaso que él está bebiendo.

Otro ocurre alrededor del minuto 89 en el que el protagonista mata a la androide Pris, la máquina del placer según la presentación hecha en el planteo. Cuando ella lo tiene a su merced, está subida sobre los hombros de él e inexplicablemente, luego de girarle la cabeza, hace una mueca de ¿placer? y lo deja recuperarse. Pris en su agonía, en su estertor, termina su vida con una serie de caderazos.

Existe a lo largo del relato una constante alusión a los ojos: al primer androide la dilatación del iris lo delata, la primera pista que recoge el protagonista es un fabricante de ojos, el “creador” usa anteojos estrafalarios, el androide lo mata hundiéndole los ojos, blow-up con las fotografías, la frase final “He visto cosas…”, etc.

¿Y qué pasa con la estructura?. Es el clásico modelo americano para un thriller.

El disparador se encuentra a los 13 minutos cuando el ex-policía acepta la misión de “desaparecer” a los cuatro androides fugados. Allí hay una debilidad del guión que se comete en aras de la sencillez: porque él se niega y va hacia la puerta, entonces su superior le dice “De no ser policía no eres nadie”. Él vuelve y le pregunta: “No tengo alternativa”. La respuesta obvia es “No”. Y acepta la misión. Es demasiado simple. En la novela su aceptación es mejor, mucho más compleja y entran otros ingredientes.

El primer punto argumental se produce cuando, a los 23 minutos, el policía encuentra la escama que inicia toda una serie obligada de secuencias que culmina con la “desaparición” de la primer androide en el minuto 56 y habilita a que la propia Raquel salve la vida del policía matando al segundo androide.

Otra debilidad que, aún siendo un detalle es bueno señalar, ocurre cuando el jefe androide es llevado por Sebastián a ver a su creador. La partida de ajedrez que juegan parece la de dos chicos de cuatro años. Eso muestra que seguramente Scott (y los guionistas) no juegan ajedrez en absoluto. No es aconsejable escribir sobre cuestiones que uno no conoce o a través de lo que se supone que es (estereotipos). Kubrick era un excelente jugador e ajedrez y nunca lo utilizó en sus películas.

Una última información acerca de este ejemplo valioso. El corte que se vio comercialmente es el del productor lo que es común en elk cine de Holywood (porque es el que pone el dinero). Más adelante el propio Scott hizo otro corte que actualmente está en DVD, cambiando un poco el principio y fundamentalmente el edulcorado y comercial final. Vale la pena que traten de conseguir el corte final de la peli hecho por el Director que representa su idea más genuina.

Leonardo Pelliza

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