19 de agosto – Día nacional de la lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico
El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad causada por una bacteria -la Escherichia Coli- productora de una toxina que suele estar presente en los alimentos y en el agua. Es grave y puede traer muchas complicaciones inclusive la muerte; afecta particularmente a niños y ancianos.
La fuente principal de contagio es el consumo de carne mal cocida, lácteos y jugos de fruta no pasteurizados o de verduras y frutas mal lavadas que hayan estado en contacto con aguas contaminada con las heces de los animales.
Si bien la tasa de mortalidad se ha reducido, las secuelas pueden ir desde hipertensión arterial de por vida, hasta insuficiencia renal crónica, pasando por dificultades en el aprendizaje, entre otras.
Para evitar la vía de contagio es fundamental la cocción correcta de los alimentos y el lavado de manos, con agua y jabón, luego de ir al baño y antes de manipular los alimentos.
El paciente con diagnóstico de SUH debe ser siempre internado. Las complicaciones pueden alcanzar al sistema renal, gastrointestinal o neurológico. Puede ser necesario un trasplante de riñón si los riñones están excesivamente lesionados por el síndrome urémico hemolítico severo.
En la Argentina se producen alrededor de 500 nuevos casos por año, lo que la convierte en el país de mayor incidencia en el mundo. El 70% de los niños que padecen esta enfermedad se recuperan sin secuelas, sin embargo, es necesario controlarlos regularmente porque, en algunos casos, desarrollan problemas renales o hipertensión como consecuencia tardía del síndrome. La mortalidad infantil alcanza el 2-4%.
¿Cómo se transmite la enfermedad?
La bacteria que produce la enfermedad se encuentra frecuentemente en el intestino de animales bovinos sanos y otros animales de granja, y llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las personas pueden contraer esta bacteria a partir de los alimentos contaminados, como carne picada de vaca y aves sin cocción completa como las hamburguesas, salame, arrollados de carne, leche sin pasteurizar, productos lácteos elaborados a partir de leche sin pasteurizar, aguas contaminadas, lechuga, repollo y otros vegetales que se consumen crudos. También se puede producir el contagio de persona a persona por prácticas higiénicas inadecuadas. Otra vía de contagio es a través de aguas de recreación.
¿Cuál es la bacteria causante de la enfermedad?
Escherichia Coli es el nombre dado a una gran familia de bacterias. Aunque la mayoría son inofensivas, algunos tipos de ellas pueden causar la enfermedad, como la Escherichia Coli productora de toxina Shiga. Esta bacteria se encuentra frecuentemente en el intestino de animales bovinos sanos y otros animales de granja, y llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación.
¿Cuáles son los síntomas que presenta el SUH?
Los síntomas que pueden presentarse incluyen diarrea, dolores abdominales, vómitos y otros más severos como diarrea sanguinolenta y deficiencias renales. El período de incubación de la enfermedad es de 3 a 9 días. La diarrea sanguinolenta suele curarse sola, pero puede complicarse y desarrollar insuficiencia renal aguda en niños y trastornos de coagulación en adultos. La complicación de la enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y aquéllos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido. En algunos casos, puede provocar la muerte.
¿Qué alimentos pueden estar contaminados con esta bacteria?
Carnes picadas de vaca y aves sin cocción completa (hamburguesas), salame, arrollados de carne, leche sin pasteurizar, productos lácteos elaborados a partir de leche sin pasteurizar, aguas contaminadas, lechuga, repollo y otros vegetales que se consumen crudos.
Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo debido a que, durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto, donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla durante la cocción.
¿Qué medidas de prevención pueden adoptarse?
Si se adoptan prácticas sencillas durante el proceso de elaboración de los alimentos es posible prevenir la enfermedad. Los siguientes consejos son fundamentales para la prevención:
- Cocinar la carne completamente, en especial la carne picada y los productos elaborados con ella.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, antes de manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos.
- Lavar bien las frutas y verduras.
- Consumir leche pasteurizada.
- Consumir agua potable; ante la duda, hervirla o agregar dos gotas de lavandina por litro de agua, agitar y dejar reposar 30 minutos.
- Evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos.
Fuente:
ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica)
Hospital Universitario Austral
Fundación Ciro de Santadina (www.fundacionciro.org.ar)