Mantener las manos limpias es una de las mejores formas de prevenir la propagación de infecciones y enfermedades. Es una de las maneras más simples, efectivas y económicas de evitar el contagio de enfermedades.
El lavado de manos puede evitarnos de:
Enfermedades diarreicas: Los microbios que provocan la diarrea ingresan por la boca, a través de las manos que han estado en contacto con la materia fecal, agua contaminada, alimentos crudos y utensilios de cocina mal lavados. El lavado de manos con jabón, después de ir al baño y antes de tocar los alimentos, reduce a casi la mitad los casos de diarrea.
Enfermedades respiratorias: El lavado de manos con jabón elimina la mayoría de los microbios que provocan infecciones respiratorias, como la neumonía. Además, nos protege contra el resfrío común y la Gripe A (H1N1).
Parásitos intestinales e infecciones en la piel y en los ojos: Muchas infecciones en la piel y en los ojos y las enfermedades causadas por gusanos y parásitos de los intestinos disminuyen con el lavado de manos frecuente con jabón.
¿Cómo lo hacemos?
– Lavar durante 20-40 segundos sin olvidarse de las muñecas y entre dedos