Un tranvía llamado deseo
Un Tranvía llamado deseo es una genial obra de teatro ganadora del Premio Pulitzer de Tenesse Williams que Elía Kazan había puesto con Marlon Brando, Jessica Tandy y Kim Hunter en Nueva York mientras que Vivien Leigh había interpretado el papel de Blanche en Londres bajo la dirección de su esposo, el también genial Lawrence Olivier. Kazan dirige la extraordinaria película reemplazando a la Tandy por Leigh para sumar una estrella al reparto dado de que Brando era aún un desconocido. Tuvo 12 nominaciones al Oscar y 4 Oscar.
La obra tiene un comienzo simple. Blanche se baja del tranvía llamado Desire (Deseo) en Nueva Órleans (que todavía existe como atracción turística) buscando la dirección de la casa de su hermana a quien, en principio, va a visitar. El deseo y la sexualidad circulan entre los personajes a los largo de la obra. El otro tranvía de la ciudad se llama Cementerio.
Blanche y su hermana Stella (casada con Stanley, obrero de origen polaco) son dos damas del Sur y han conocido épocas mejores, mientras Blanche continúa presumiendo del pasado que se ha ido definitivamente, Stella es más “realista” y se ha acomodado a la nueva situación casada con un proletario inmigrante e inculto. El conflicto esencial se desarrolla entre la recién llegada Blanche con delirios de grandeza y el bruto Stanley teniendo a Stella como eventual mediadora. Stanley se da cuenta que Blanche no se irá porque no tiene dónde ir (se ha perdido su propiedad Sueño Hermoso) y porque además esconde un pasado escabroso en el que, entre otras cuestiones, ha sido despedida de su cátedra y no como ella aduce que ha renunciado. La presencia de Blanche profundiza las peleas en el matrimonio de Stanley que domina a Stella y, a la vez que intenta echar a Blanche de la casa siente una oscura atracción por ella que culmina en una violación. Echadas las cartas de tal modo, la película termina con Stella internando a su hermana en un manicomio y abandonando a su marido.
La metáfora que esconde la trama de estos personajes es la consecuencia de la guerra de Secesión de USA, entre el pujante Norte industrial y el Sur agro exportador esclavista. En principio el espectador no empatiza con la altanería fingida de Blanche porque vive del recuerdo de pasadas riquezas (el Sur) pero luego se irá revelando que Stanley es bárbaro, inculto, sin frenos morales y tampoco resulta simpático al espectador. Stella, también representa el Sur, pero el Sur que se ha quedado de rodillas, es otro personaje desgraciado de la obra que, entonces, carece de héroes. ¿Quién ha sufrido más, los esclavos negros del Sur o los nuevos esclavos blancos (proletarios) del Norte como escribe J.P. Feinmann?
El tema, que es tan claro en el caso de los Estados Unidos de Norteamérica precisamente por la guerra de Secesión, ha ocurrido en otros países o regiones y sigue ocurriendo, sin ir más lejos en nuestro propio país.
La obra de teatro se ha repetido incontables veces en todo el mundo y también en filmes. Al respecto, lo más desagradable, ha sido la reciente película Blue Jasmíne de Woody Allen que es una copia de la obra y que su director se ha negado en reconocer, además de haber vaciado de contenido a los personajes de Tennesse Williams.
Investigando un poco sobre las modificaciones de la película Un tranvía llamado deseo de Elía Kazan en relación a la obra teatral. podemos acotar que quien adaptó la obra fue el mismo Tennessee Williams, por eso el apego tan estricto de la película hacia la historia. Las modificaciones tienen que ver con la censura de la época y son las siguientes:
1. Se borra el dato de que el ex marido de Blanche se suicida por ser homosexual, Blanche habla de su “debilidad” pero en ningún momento hace explícito ningún comentario hacia su homosexualidad. Asimismo, se suavizan los decibeles (un poco) respecto a todas las citas claras referidas a bisexualidad, homosexualidad, etc.
2. Igual se elimina el dato de que Blanche fue echada del colegio en el que daba clases por una supuesta corrupción de un menor.
3. La escena de la violación es sugerida (en mi opinión claramente sugerida) pero no es mostrada explícitamente como en la obra de teatro. Este es el motivo por el cual en la película se tuvo que modificar el final. Debido al código Hays una persona que cometía semejante delito no podía resultar indemne, es por esta razón que Stella castiga a Stanley al final de la película, abandonándolo, a diferencia de la obra literaria en la cual resta junto a él; de esa manera es un poco más heroína pues abandona al violador de su hermana.
Es importante mencionar que estas discrepancias fueron absolutamente condicionantes para que la película pudiera filmarse con producción de la Warner.
Paradójicamente, el genial Elía Kazan ha quedado marcado como el gran delator y traidor de sus compañeros (él mismo pertenecía en sus inicios al Partido Comunista de EEUU) frente a la persecución macartista. Otros muy conocidos que delataron a compañeros fueron Walt Disney, John Wayne, Gary Cooper, Robert Taylor y, por supuesto, Ronald Reagan entre muchos más que ayudaron a confeccionar las listas negras y, en ese momento, otro actor de renombre como Adolphe Menjou (un Republicano para el que el Partido Demócrata era comunista) quien en el Festival de Mar del Plata tuvo un romance con una actriz argentina. Uno de los actores más perseguidos fue Charles Chaplin.
Leonardo Pelliza