Sólo para marxistas
Por Rubén Cusati
Los hermanos Marx fueron el conjunto de cómicos de mayor talento si excluimos a “El Gordo y el Flaco”, muy superiores a “Los tres chiflados” o “Abbott y Costello” y tantos otros.
En su auto biografía “Harpo Habla”, uno de los dos más famosos del grupo (el otro es Groucho, el intelectual que nos ha dejado frases inolvidables) habla por primera vez.
Con tanta carga de silencio acumulada Harpo tiene qué decir.
El libro de editorial española es recomendable aunque adolece de una pésima corrección, por lo menos en la edición que yo leí: llegan a contabilizarse hasta quince errores tipográficos en una sola página.
Echando una mirada hacia atrás, Harpo se da por satisfecho con lo que le fuera concedido. El balance de su vida es positivo y no porque no se arrepienta de nada. Sí que se arrepiente…
Cuenta que siendo aún joven, en una reunión, se le acercó un pariente considerado por todos como el más sabio. El hombre lo tomó del brazo, lo llevó a un aparte y le dijo:
“Te voy a dar tres consejos que debes recordar para ser feliz en la vida …”
Harpo quedó suspendido en la espera. Le estaba por ser dada la fórmula mágica de propia voz del Maestro. Todos sus sentidos se agudizaron para recibir la Verdad. El Maestro habló y dio los tres consejos. Harpo los olvidó al día siguiente. De eso se arrepiente.