El riesgo de consumir alimentos mal cocidos
El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que 420 mil personas mueren al año por ingesta de alimentos contaminados. Carnes y huevos mal cocidos, productos lácteos contaminados y frutas y verduras mal lavadas son la causa de estos problemas.
Cada 75 segundos una persona muere en el mundo a causa de enfermedades transmitidas por alimentos. Así lo advirtió la OMS, a través de un informe elaborado por expertos en el que señala que 420 mil personas mueren cada año por la ingesta de alimentos contaminados, y los niños menores de cinco años representan un tercio de esa proporción de fallecidos. De acuerdo al informe, la mayoría de los casos son generados por el consumo de carne y huevos crudos o mal cocidos, frutas y verduras mal lavadas, y productos lácteos contaminados. Además, la OMS señala que el riesgo de padecer enfermedades de transmisión alimentaria es mayor en los países de ingresos bajos y medianos.
“Siempre ha existido un mito de que las enfermedades transmitidas por alimentos son leves o de corta duración, pero en realidad pueden tener complicaciones hasta llegar a ser de gravedad”, explicó Enrique Pérez Gutiérrez, consultor en temas de Seguridad de Alimentos y Zoonosis de la OPS/OMS. En este sentido, la organización con sede en Ginebra presentó el informe “Estimación de la carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria”, un trabajo de ocho años realizado por más de 100 expertos.
Según el estudio –primero en evaluar el impacto de los alimentos contaminados en la salud y el bienestar–, cada año hasta 600 millones de personas de todo el mundo, o casi uno de cada 10, enferman tras consumir alimentos contaminados. De esta cifra se desprende que son 125 mil los menores de 5 años que mueren cada año por enfermedades de transmisión alimentaria, es decir, casi un tercio del total de los fallecimientos por esa causa, pese a que los niños de esa edad representan solo el 9 por ciento de la población mundial.
En relación con la situación de América “el 95 por ciento de este tipo de enfermedades se manifiestan por diarrea”, precisó Pérez Gutiérrez, y de acuerdo al informe, la región tiene la segunda carga más baja a nivel mundial: 77 millones de personas se enferman por año, de las cuales mueren alrededor de 9 mil en el mismo período. Dentro de esa proporción, 31 millones son menores de 5 años y más de 2 mil de ese grupo, pierden la vida en el término de un año. Según el estudio, la diarrea suele deberse a la ingestión de carne y huevos crudos o mal cocidos, verduras y frutas mal lavadas, y productos lácteos, contaminados por norovirus, Campylobacter, Salmonella no tifoídica y Escherichia coli patógena.
Además, existen otros factores importantes que contribuyen a la carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria como la fiebre tifoidea, la hepatitis A, Taenia solium (parásito que vive en el intestino delgado) y las aflatoxinas (producidas por el moho en granos almacenados de forma inapropiada). De los más de 200 agentes que pueden provocar intoxicaciones alimentarias, la OMS logró estudiar en profundidad los efectos de 31 elementos –entre ellos bacterias, virus, parásitos, toxinas y químicos–, ya que del resto no se cuenta con información suficiente o concluyente a nivel mundial.
En este sentido, Pérez Gutiérrez remarcó que la OMS/OPS ha estado trabajando con los ministerios de Salud de diferentes países para prevenir enfermedades y para que las personas sepan qué pueden hacer ante los riesgos a los que están expuestos. Es así como el especialista indicó que hay cinco claves para la inocuidad de los alimentos, información que en Argentina fue trabajada y difundida en conjunto por el Ministerio de Salud y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) a través del Instituto Nacional de Alimentos (INAL).
Las cinco claves propuestas por Anmat se relacionan con el cuidado de la higiene, evitar la contaminación cruzada, cocinar bien los alimentos, mantener las temperaturas adecuadas, y buscar lugares seguros para la compra de alimentos. “Los alimentos funcionan como vehículos de microorganismos, bacterias y sus toxinas, parásitos y virus, por eso hay hábitos importantes de incorporar para evitar problemas de intoxicación o contaminación, tanto en la compra, en el consumo como en la cocción de los alimentos”, explica la médica nutricionista Andrea Miranda. En ese sentido, la especialista resalta la importancia de “cortar frutas y verduras por separado y con distintos utensilios de cocina, prestar atención a la temperatura de cocción que requiere cada alimento, chequear que los enlatados que compramos no estén abollados y por supuesto, su fecha de vencimiento”.
Acerca de la importancia del estudio, la directora general de la OMS, Margaret Chan, remarcó que “saber qué agentes patógenos transmitidos por los alimentos están causando los mayores problemas en qué partes del mundo, posibilita una acción focalizada del público, los gobiernos y la industria alimentaria”.
Fuente: Página 12