Informe de la OMS sobre Salud Mental de la población.
Por cada varón con algún trastorno de ansiedad en América hay dos mujeres mayores de 15 años que conviven con el mismo problema. Un informe internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la carga de las enfermedades de salud mental indica que problemas como la ansiedad social, el trastorno de pánico, las fobias, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y el estrés postraumático las afectan dos veces más a ellas que a ellos.
América, además, es la única región donde esos problemas superan a los trastornos depresivos.
De acuerdo con la OMS, ambos padecimientos crecieron desde 2005 en todos los países. Mientras que la cantidad de personas que viven con depresión aumentó un 18,4% en una década, la población con trastornos de ansiedad lo hizo un 14,9 por ciento. Eso se traduce, respectivamente, en 322 y 264 millones de seres humanos. Es decir, el 4,4 y el 3,6% de la población mundial.
La personalidad y la circunstancia, las claves
En los 33 países de América que declaran sus estadísticas a la OMS vive el 15% de esas personas con depresión (48,1 millones), comparado con el 9% en Europa. También vive el 21% de las personas con trastornos de ansiedad (57,2 millones) en el mundo, el doble que en el Viejo Continente.
En muchos casos, ambas dolencias se combinan, lo que aumenta aún más la discapacidad y la pérdida de productividad o la posibilidad de envejecer con la mejor calidad de vida posible. En por lo menos un tercio de las personas con depresión o un trastorno de ansiedad, el problema es moderado o grave.
“En términos generales, mundialmente, estos datos reafirman información que ya conocíamos. Se mantiene históricamente la prevalencia de la depresión y, también, que es más común en las mujeres que en los hombres”, señaló Dévora Kestel, jefa de la Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington.
Lo que claramente aporta este informe, según destacó Kestel, es “que la depresión afecta a todos, no discrimina, sobre todo en tiempos en los que se está hablando tanto de grupos, ya sea étnicos, migrantes, etarios o por género. Y lo hace desde la adolescencia y hasta la edad más avanzada”.
En cambio, los resultados sobre los trastornos de ansiedad sorprendieron mucho más. Sobre todo, la diferencia que surgió entre los sexos: un 3,6% de la población masculina, comparado con un 7,7% de la población femenina.
En diálogo con LA NACION desde su oficina en Washington, Kestel señaló: “Llama la atención la mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres con tanta diferencia. Es prácticamente el doble. Esto ya nos dice que valdría la pena indagar más, ahí, las causas. Sabemos que, en situaciones de emergencia, naturales o no, algunos de los trastornos más comunes en salud mental aumentan y, luego, disminuyen en la población afectada. En este caso, en cambio, cabría pensar si ciertas situaciones de inestabilidad en la región, ya sea política, social o económica, no están influyendo de alguna manera en esa gran tendencia que describen los datos”.
Aclaró que “sin tener una evidencia que lo pruebe”, los niveles de inseguridad generalizada en muchos países de la región y el aumento de la criminalidad -desde los ataques con armas en lugares públicos en los Estados Unidos u otro tipo de actos violentos en América Central hasta la inestabilidad social o política en América del Sur- generan incertidumbre sobre el futuro. “Y la mujer no sólo lo expresa más, sino que en muchos casos también está asumiendo más responsabilidades familiares y laborales”, propuso Kestel.
El informe de la OMS, que se anticipa al Día Mundial de la Salud, que el próximo 7 de abril tendrá el lema “Hablemos de depresión”, también se ocupa del suicidio. Los problemas de salud mental aumentan el riesgo de que una persona lo intente.
En 2015, 788.000 personas murieron por esa causa en el mundo. “Fue un 1,5% de la mortalidad en la población mundial, lo que lo coloca entre las primeras 20 causas de muerte ese año”, se lee en el documento. “Y fue la segunda causa entre los 15 y 29 años.”
Todo esto es, para Kestel, un buen llamado de atención a los ministros de Salud de los países de la región, dado el impacto que tienen la depresión y los trastornos de ansiedad en la vida productiva y la calidad de vida de la población.
Una enfermedad discapacitante
De todas las discapacidades que afectan a la población de un país, la depresión causa el 8,5 por ciento. Aunque parece poco, no debería subestimarse en salud pública. “Ocupa un lugar importante”, afirmó Devora Kestel, de la OPS. Las complicaciones asociadas pueden restar hasta 20 años de vida. “No es una enfermedad tan sencilla como se piensa -agregó-. Comprobamos que no tratarla reduce varios puntos del PBI de un país.”
Preocupación mundial
Viven en el mundo con un trastorno depresivo, como la depresión mayor o la distimia, una forma leve de esta patología. |
Padecen un trastorno generalizado de ansiedad, fobia, estrés postraumático, trastorno de pánico, ansiedad social o un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) en el mundo. |
Es la población de América con depresión leve, moderada o grave. Es decir, el 15% de la población mundial afectada, comparado con el 9% de Europa. |
Viven en la región con algún trastorno de ansiedad, combinado o no con depresión. Es el 21% de la población mundial afectada, el doble que en Europa. |
Fuente: OMS. Diario La Nación